En nuestras recomendaciones de cuidado, siempre hablamos de la necesidad de mantener un nivel óptimo de humedad de al menos el 50%, porque a niveles inferiores el musgo puede secarse un poco. Y el cuerpo humano también necesita un nivel suficiente de humedad para mantener y normalizar los procesos naturales del organismo. Si falta humedad, la piel se seca y el cuerpo se deshidrata. Las mucosas secas dan la oportunidad de penetrar a virus y bacterias patógenos, debilitan la inmunidad. Como resultado, si hay musgo estabilizado en su interior, y es un poco seca, entonces esto es una señal a la necesidad de elevar el nivel de humedad en la habitación. También cabe destacar el efecto positivo del jagel en el estado de ánimo de una persona. El musgo aumenta la resistencia al estrés: la contemplación del color verde mejora el bienestar, ayuda a relajarse, calmarse y recuperarse tras un día duro. También es muy valioso por sus propiedades táctiles – el musgo es suave, agradable al tacto y produce una sensación placentera al tocarlo.